El antílope árabe se identifica fácilmente por su pelaje blanco brillante (escaso pelo) que refleja los rayos del sol, pezuñas anchas, lo que le permite caminar con relativa facilidad en la arena, junto con los cuernos largos, distintos, ligeramente curvados, empleados por las especies macho y hembra. El antílope es conocido por ser un animal de tremenda resistencia, que cubre largas distancias a pie en el desierto, a veces más de 70 km durante la noche.
El antílope árabe ha sido considerado un animal de gran belleza por la gente de la península arábiga durante siglos. Con sus cuernos de gran tamaño y su cuerpo elegante, el antílope tiene una enorme importancia cultural en el Golfo. Al ser la raza de antílopes más grande de la zona, tiene una notable determinación para sobrevivir en uno de los entornos naturales más inhóspitos del mundo.
Se sabe que los antílopes duran unas cuantas semanas sin agua potable, lo que los hace adecuados para sobrevivir a los duros y largos veranos en el desierto. Su dieta generalmente incluye varios tipos de hierbas, junto con varias otras frutas, raíces y plantas. Siempre que hay lluvia, el antílope árabe puede sentirla desde una larga distancia y moverse en la misma dirección en la que hay una alta probabilidad de crecimiento de plantas frescas en esa región.