Hay infinidad de maneras de disfrutar de las imponentes dunas en Khor Al Adaid. Si te apetece sentir la tranquilidad de la naturaleza, únete a un paseo guiado para avistar especies poco comunes, como el órix de Arabia. Y, si eres amante de la adrenalina, puedes probar el sandboard o recorrer las dunas en quad, todoterreno o buggy.  

Ven a pasar un día fantástico nadando en las aguas turquesas de la playa de Khor Al Adaid. Podrás dejarte llevar a bordo de un kayak, probar suerte con la pesca o hacer esnórquel para ver coloridas babosas de mar e impresionantes mantarrayas. Cuando baje la marea, quizás tengas suerte y puedas ver fósiles de animales marinos como gasterópodos, bivalvos, corales y gusanos de mar.

Por la mañana, el nivel del mar sube y forma un lago entre las dunas, mientras que por la tarde retrocede para dar paso a una tranquila playa adornada con un hermoso atardecer. 

En épocas pasadas, las tribus beduinas se desplazaban por el desierto para que el ganado pastara. Para ello, montaban sus campamentos y comerciaban con otras tribus. En la actualidad, esta tradición sigue muy presente en la cultura catarí gracias a la temporada de acampada invernal o Al Enna, que tiene lugar todos los años y en la que los lugareños se adentran en el desierto al abrigo de elaborados campamentos. 

Te proponemos un safari por el desierto o una noche en un campamento de estilo beduino bajo las estrellas. Si prefieres un poco más de lujo, el Outpost Al Barari dispone de villas de una, dos o tres habitaciones con vistas panorámicas. 

Recorrer la cresta de una imponente duna a lomos de un camello es algo que hay que hacer al menos una vez en la vida. Cuando termines, podrás degustar un café árabe con dulces y dátiles, y hacerte un tatuaje de henna o unas fotos con un halcón.

Admira este alucinante paisaje desde el cielo de Catar con la aventura aérea que prefieras. Elige entre parapente, kitesurf o globo aerostático para ver el mar interior desde las alturas; incluso alcanzarás a ver el Reino de Arabia Saudí.